Inevitablemente miré a través de sus ventanas. Invadiendo todo el suelo había tendidas muchas fibras de plantas diferentes, tenían diversos tamaños, parecían en proceso de secado o algo por el estilo.

"Varvara y Gaetan aparcaron su roulotte en nuestro porche el verano pasado, era tan grande que no cupo bajo el tejadillo y hubo que ponerla a un lado, sin cobijo del sol o la lluvia.

Inevitablemente miré a través de sus ventanas; era una caravana “vintage”, de los ´70 de verdad, conservaba la tapicería de la época en tonos marrones y ocres con cuadros grandes, el papel de las paredes, los muebles… todo sacado de una película. Invadiendo todo el suelo había tendidas muchas fibras de plantas diferentes, tenían diversos tamaños y parecían en proceso de secado o algo por el estilo.

Después de su trabajo matinal en nuestra huerta, cada día, dedicaban las tardes a recolectar frutos silvestres, fibras vegetales, dar paseos, leer a la sombra…" 

Lo que yo vine buscando un día, cuando decidí quedarme en un entorno como éste.

¿Dónde se quedaron esas intenciones de la vida lenta y pausada? Supongo que te vas dejando llevar poco a poco por la vida rápida, haciendo con urgencia cada paso, sin pararte a contemplar el aquí y ahora.

Desde que se fueron de nuestro porche, no he parado de pensar en el “hacer con las manos”, en cómo consideramos hoy en día la artesanía, todo ese trabajo y dedicación que hay detrás de cada pieza, de cada artesano, en lo difícil que es ponerle precio al tiempo y al conocimiento ancestral. Rodearme de belleza, de objetos hechos con manos de verdad, es realmente lo que me hace sentir bien y encontrar sentido a mi vida.

¿Dónde quedaron esas intenciones de vida lenta y pausada?

Admiremos y respetemos la artesanía de ayer y de hoy que nos cuenta la historia de nuestras vidas y nos conecta con nuestros ancestros y nuestro territorio.

Texto a manos de Mónica García de @tptcreaciones. Fotografía de calzado vegetal artesanal a manos de Carlos Fontales de @fontalesortiz.